Los suelos de terrazo son los suelos mas frecuentes y utilizados en la construcción de viviendas. Su uso se remonta al siglo XV, cuando se empezó a utilizar en Venecia.
El terrazo es un conglomerado de piedras, habitualmente de mármol, y cemento que tiene diferentes aspectos según sea el color del cemento y el color de las piedras. Es un material que tuvo su momento de auge allá por los años 60 o 70 y que ahora vuelve a ser tendencia debido a su resistencia y durabilidad. Se están recuperando los antiguos terrazos y también se están poniendo nuevos terrazos, que hoy día presentan una gran variedad en colores y en materiales, desde piedras de mármol hasta vidrio e incluso conchas de mar, tornillos, pernos…
Con el paso del tiempo los suelos de terrazo pueden perder brillo, aparecer manchas, arañazos, rayadas, golpes e incluso agujeros.
El pulido del suelo consiste en rebajar y afinar el terrazo hasta conseguir igualar toda la superficie, incluidas sus juntas, eliminando estas imperfecciones. Para ello dependiendo del estado se realizarán diferentes acciones, básicamente se van realizando pasadas con la pulidora con material abrasivo, primeramente más grueso y después más fino, hasta conseguir el nivel de superficie deseado.
El resultado es la obtención de una nueva superficie de terrazo pulida, brillante y lisa, con un aspecto renovado y sin necesidad de realizar grandes obras.